Gracias a los medios que dispone nuestro centro, realizamos una radiografía de contraste y una ecografía que nos permitió localizar el foco del problema. En este caso, se trataba de un trozo de pelota de tenis que tenía atascado en el dudodeno y que no se podía apreciar con una radiografía normal sin contraste. Torito ya está recuperado tras extraer la pelota mediante cirugía y pasar un periodo breve de tiempo hospitalizado en nuestras instalaciones donde recibió cuidados intensivos hasta poder comprobar que nuestro paciente podía volver a ingerir alimentos sólidos y defecaba con normalidad.

A los pocos días, decidimos tomar una biopsia en quirófano para saber a qué nos enfrentábamos. Norma, que es muy buena en diagnóstico histopatológico, en seguida supo que se trataba de un tipo de tumor epitelial llamado “mastocitoma”. Los mastocitomas tienen tendencia a crecer con el tiempo y pueden causar metástasis en función del grado (hay 3 grados, en este caso era un tipo I de bajo grado). Como el bulto que tenía Thor no podía extirparse adecuadamente sin recurrir a la amputación del pie, optamos por un tratamiento más conservador a base de un quimioterápico oral que ha logrado reducir el tumor casi en su totalidad. Sin embargo, es probable que el tumor pueda volver a crecer si dejamos de administrar este tratamiento. Actualmente estamos valorando la posibilidad de aplicar un nuevo tratamiento pionero de EEUU que consiste en unas inyecciones que eliminarían de una vez por todas la presencia de estas células tumorales en la zona en cuestión.